Por El tío de los prismáticos.
Queridos y adorados compañeros de Sacalamanga:
Sé que todos os habéis aburrido como una ostra este puente - Un servidor también, que ha tenido que estar recogiendo el salón de los Kappa Tau digo... de mi humilde piso de estudiantes donde nos escondemos mi identidad, totalmente anónima, y yo - pero, gracias a Heineken, nuestro triángulo favorito ha querido que no nos aburriésemos en estas fechas tan señaladas. Y no, no me refiero a Paris-Aidan-Brooke (Que, por cierto ¿Dónde se han metido?) ¡Sino al educador de Kappa Tau, a nuestro cornudo favorito y a su novia ligeramente buscona! Por si acaso no recordáis cómo quedó la cosa, os hago un breve resumen:
Finley (Finely para los amigos) tras ser duramente rechazado por Chelsey - pese a que ésta casi le arranca un labio besándole con suma ferocidad (Dicho por fuentes fiables) - se ha dedicado a esconderse cual comadreja, dejando vía libre al amor que mantienen la "infiel arrepentida" (Mote que, según fuentes fiables, Kay le ha adjudicado a su parienta) y el "cornudo inocente" que, para sorpresa de todos, volvieron a estar juntos. La verdad es que Chelsey, el cuerno izquierdo de Kay, el cuerno derecho del mismo y el Omega, hacen un bonito cuarteto.
Llegados a este punto, todos creíamos que se nos había acabado la diversión y que esto iba a ser más aburrido que un discurso del Decano, pero... ¡NO! Y es que nuestra ponecuernos favorita ha pasado a ser la "infiel reincidente". (Lo sentimos, Kay, además de cambiar de novia vas a tener que cambiarla de apodo) Pero... ¿Cómo surgió todo esto? No os preocupéis, queridos cotillas, Jimmy Johnson "El Chico de los Prismáticos", os pone en situación en esta primera entrada a la que seguirá una mucho más interesante.
Capítulo I: El reencuentro.
Todo empezó este mismo domingo en la cocina de ZBZ, cuando nuestra pareja favorita (O cuarteto, según se mire) se reunió allí para darse cariñitos y hablarse como si ambos tuvieran una edad mental de seis años. Esta escena de amor no apta para diabéticos, se truncó con la entrada del buenorro tercero en discordia. Y es que nuestro amigo Finely, cansado de recibir el amor de cualquier otra mujer que no fuese su querida rubia, fue a la casa de las pijas con la firme intención de tirars... buscarla, buscarla.
Capítulo II: La pelea.
Obviamente, en cuanto Fin entró en la sala, Kay se convirtió en el perfecto sujetavelas mientras Chelsey y su amante mantenían una apasionante charla con el objetivo de descubir por dónde había entrado el Kappa Tau. Aquí es cuando he de hacer un paréntesis para posicionarme a favor sobre lo que todos sabemos de las rubias; es decir, Chelsey, cielo, no hay que ser muy listo para colarse en vuestra fraternidad... ¡Hasta nuestro presidente puede!
Pero, como nuestro Kappa favorito - después de Freddie y, obviamente, de un servidor - es una buena persona que quiere darle la oportunidad de hablar a todo el mundo, intentó mantener un pacífico diálogo con nuestro cornudo por excelencia - Advertencia: Finley no ha pagado al redactor de este artículo para que adorne la realidad - pero, pese a que parezca increíble, se comió un derechazo en plena mandíbula que lo dejó sin palabras; claro que, después de tragarse un puño de nuestro amado Kappa, al Omega sosainas sólo le quedaron fuerzas para darle un ligero empujón (Cosa que, creo, a ninguno nos sorprende) Vamos que, lamentablemente, no hubo sangre ni víctimas mortales.
A todo esto hay que decir que Musculitos estaba presenciando la escena tan pancho, hasta que Chelsey tomó la iniciativa de interponerse entre ambos contrincantes... ¿Es que el presidente de los azules tenía miedo de romperse una uña?
Un testigo anónimo nos da su opinión sobre los hechos: Esto nos hace pensar en la clase de presidente que tienen los Omegas, no como el de Kappa Tau, que es un máquina y entra a defender a sus chicos. ¡Cómo me puse cuando vi salir a Finley de aquella casa! ¡Destrozado estaba el pobre! A mi Special K no le iba a pegar, obviamente. Pero el de los Músculos no cobró porque no quería manchar la encimera de las pijas. ¡Ah! Y sí, yo también me estoy preguntando por qué no fue Chelsey quien se llevó el puñetazo.
Capítulo III: La bronca.
Y es que... ¿Qué pelea culmina sin que ambos contrincantes se lleven la típica charla/bronca por haberse peleado? ¡Pues la nuestra no iba a ser menos! Podría tomarme el trabajo de reproducir fielmente los diálogos pero, seamos sinceros, esta parte no tiene ningún tipo de interés, así que lo resumiré brevemente: Fin salió enfurecido de la cocina dejando paso a su presidente, quien se dedicó a gorronear y a echarle mierda a Chelsey encima quien tenía a Musculitos como único defensor. Kay se largó después de llamar a su novia "Infiel arrepentida" (Aunque, desde aquí aventuramos que el único arrepentido siempre será él), seguido del presidente de los verdes. Acto seguido encontramos la típica charla "Estás bien" "No" "Ya ves, menuda nochecita" blablablá entre el ZBZ y el presidente de los Omegas, que culminó con la aparición de Christal (Y aquí el tema ya derivó a Freddie, pero ése es otro cotilleo que aún tengo que preparar)
Lo que pasó al día siguiente... lo sabréis mañana. Eso sí, os dejo como adelanto que en la habitación de Finley hubo mucho amor y, sobre todo, muchísimo calor (Demasiado para algunos) entre ambos educadores.
¡Ay, Kay! No voy a decir que te lo dije pero, te lo dije.
Continuará...